
La vida como se entendía hasta hace un par de semanas ha cambiado, y lo seguirá haciendo. Es tiempo de replantearse ciertos paradigmas.
Geraldine Vásquez Sakamoto.[1]
Abogada
¿Cuánto tiempo más durará esta situación de emergencia?, le preguntó la periodista.
No lo sabemos porque este virus es nuevo en el mundo y en el planeta entero, dijo el titular de la Salud. Estamos ante una situación nunca antes vista, por lo que no sabemos cuál es el comportamiento de esta enfermedad. Sin embargo, trabajamos con todas las herramientas que tenemos para salir adelante por el bienestar de la sociedad, agregó el Ministro[2].
Las pandemias no son una novedad. La historia nos muestra que, a lo largo del tiempo y alrededor del mundo, diversas enfermedades han azotado a la raza humana. Recordemos algunas: viruela (S.XVIII), sarampión (1757), gripe influenza AH1N1 (1918) – mal llamada Gripe Española-, peste negra (S.XIV), VIH (S.XX). Asimismo, la misma historia nos demuestra cómo el hombre ha podido apelar a su inteligencia y habilidad para salir adelante. En la mayoría de los casos, la invención de las vacunas y curas ha venido de la mano de grandes cambios en la vida.
Las sociedades[3], en un afán por seguir avanzando, siempre han logrado amoldarse a los cambios y nuevos horizontes. Ello es natural, pues no hacerlo representaría un sinsentido en el camino de la evolución. En consecuencia, la organización es la clave que ha precedido al éxito de muchas de ellas.
Como las personas son agentes importantes para la sociedad y para todo aquello que ésta represente (porque lo que ocurra a su alrededor les afecta directamente). Así, una pandemia no es, ni por menos, una excepción.
Hasta aquí, resaltamos que ha sido propicio hacer una breve introducción histórica -social para entender cómo hoy (2020) es posible ir dando respuestas a una crisis que afecta a casi toda la población mundial.
El COVID-19 viene cobrando miles de vidas en todas las latitudes del globo. Es asombroso como en menos de un mes los hábitos y costumbres han dado un giro de 360˚. Hoy, las empresas (personas jurídicas) e individuos (personas naturales) han tenido que replantearse su permanencia y vida, respectivamente.
No es un secreto que la Emergencia Sanitaria[4] (ES) por la que atravesamos ha golpeado estructuras. Los sistemas establecidos están virando hacia otros horizontes. Por ejemplo, el sistema educativo escolar ha pasado de ser presencial a virtual; el trabajo, tal como se concebía mayoritariamente, ha tenido que migrar a su forma telemática; la libertad de tránsito así como la de reunión ha visto su recorte a favor del derecho a la vida y a la salud; la supremacía de la naturaleza sobre el hombre se ha impuesto forzosamente; entre otros.
Como puede observarse, al igual que en el pasado, un evento de talla mundial está obligándonos a cambiar. Y, aquí es donde debemos detenernos a reflexionar, pues la propuesta es sencilla, pero la respuesta quizás no (dependerá de cada uno).
Recordemos también que cuando la globalización cobraba mayor presencia en nuestras vidas, era tácita la manera en la que las personas (naturales o jurídicas) se relacionarían. Se asumía que el factor presencial jamás sería un problema. Incluso cuando la tecnología venía de la mano de la globalización, nunca nadie se cuestionó una situación de confinamiento. Hoy que la realidad es otra, es justamente este aislamiento social el que nos invita a pensar en cómo sacar adelante nuestras vidas, nuestras empresas y nuestros emprendimientos.
Tenía razón el Ministro Zamora, titular de la cartera de Salud, cuando lo entrevistaron y dijo: «no sabemos cuánto tiempo más durará esta situación de emergencia». Sin embargo, nosotros podemos decir que sí conocemos la historia y junto a la capacidad que tiene el ser humano para amoldarse a las situaciones difíciles, podemos, ciertamente, romper estructuras para volver a armarlas en beneficio propio.
No hay duda de que uno de los sistemas que tendrá que hacer su propio y gran esfuerzo por adaptarse a los nuevos cambios es el legal. En tal sentido, como la estructura jurídica se basa en un orden social; si se presentan alteraciones en él, aquélla (la estructura legal) deberá ajustarse al nuevo orden, pues esta crisis, que empezó siendo sanitaria, es ahora general y nos afecta mucho.
Nuevas formas de entender y aplicar el derecho emergerán después de esta cuarentena que a todos nos ha tomado por sorpresa. Pero, más vale estar prevenido. Por ejemplo, aprender cómo operar una corporación a la distancia, establecer nuevas políticas de trabajo remoto, proponer formas para crear empresas de manera digital, llevar a cabo reuniones laborales de manera virtual de todo tipo (público y privado) y en todos los niveles (nacional, regional, distrital, etc.), implementar mesas de partes virtuales, establecer nuevas políticas de gobierno corporativo, etc. Sin duda, todas ellas, situaciones que representarán nuevas oportunidades para todos.
Con todo lo analizado, no es tiempo de desanimarse sino de replantearse las cosas. Es momento de deshacerse de aquello que no aporte valor. Es momento de establecer estrategias de permanencia. Algunas de ellas podrían estar basadas en el COOPERATIVISMO ENTRE PARES o en la ASOCIACIÓN DE DIVERSOS ACTORES, PARA BRINDAR SERVICIOS ESPECIFICOS ACORDE A LA COYUNTURA.
Consideremos que en estos momentos las personas se necesitan unas a otras, y entre ellas la empresa (como persona jurídica) puede aportar mucho a través de sus políticas de Responsabilidad Social (RSC). Cuanto más responsable se haga el sector empresarial y aporte bienestar a la sociedad en la que se halle, mayores y más fuertes serán sus lazos con los individuos.
En conclusión, el COVID-19 marcará un antes y un después en todos los niveles de la vida. No será lo mismo la economía, el trabajo, la educación, el derecho, la salud, el gobierno, ni las personas cuando la cuarentena termine. El llamado es a innovar en varios ámbitos, y cambiar en otros. Ello será necesario, pues de lo contrario corremos el riesgo de perder la oportunidad de dar un paso hacia el siguiente nivel de evolución.
[1] Abogada por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas – UPC. Conciliadora Extrajudicial especializada en temas civiles-patrimoniales. Candidata a Magíster en Derecho de la Empresa por la Pontifica Universidad Católica del Perú. Socia fundadora de Nexo Legal Asesores-Consultores.
[2] Extracto de la entrevista televisiva realizada al Ministro de Salud el 27/03/20. Programa periodístico Al estilo Juliana.
[3] De acuerdo a la Real Academia Española, se entiende como el conjunto de personas, pueblos o naciones que conviven bajo normas comunes.
[4] Declaración formal de la Organización Mundial de la Salud (OMS) frente a un brote extraordinario de una enfermedad que afecta a varios Estados, y que constituye un riesgo para la salud pública. El COVID-19 es la sexta ES declarada por la OMS entre 2009-2020.